Estás . . . . claro que estás ! ! !
Estás. Estás presente. Estás en cada uno y en todos los momentos. Estás en el recuerdo de cada uno de los integrantes de tu familia (de tu esposa, de tus hijos, de tus padres, de tus hermanos, de todos tus familiares). Estás en el recuerdo con toda tu vitalidad y alegría de cada uno de tus amigos que, valga la redundancia, te recuerdan siempre y en forma permanente. Estás en la memoria y en el recuerdo de todos aquellos que te conocieron, de tus vecinos, de tus clientes, de los abogados que, circunstancialmente, estaban enfrente tuyo, y de tantos pero tantos otros que hablaron con vos, que te escucharon, que te vieron pasar.
Y lo que vale destacar es que en todos, pero en todos, dejaste algo, sea un agradecimiento, una sonrisa, una anécdota, un afecto, un dejo de admiración, un algo que ahora falta, un "me acuerdo cuando . . .", un "extraño que . . .", un "me decía que . . ." y tantas, pero tantas cosas más que no logro expresar porque las palabras no pueden ni logran transmitir todo eso.
Muchos de nosotros, sin duda, querríamos (cuando estemos con vos en el lugar donde estás) que nos recordaran como a vos se te recuerda y creo que todo eso se debe al hecho que transitaste por este mundo (que no es el único por donde pasamos) dejando huellas (muy profundas, desde ya), dejando y demostrando tu forma de ser, siendo, en definitiva, lo que fuiste y lo que sos: nada más ni nada menos que UN GRAN TIPO ! ! !
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