Autoretrato
Soy apenas ese simple cantor del lugar
que nació en los cincuenta,
tiempo aquél de la hazaña de Maracaná
y la Suiza de América.
Y crecí entre campito con sol
moñas contra el cordón,
héroes y bandoleros,
sueños de aventurero.
Soy apenas ese simple cantor del lugar
que nació en los cincuenta,
tiempo aquel del tranvía, real y vinten
del país de la siesta.
Desperté con los Beatles y el Che,
con Vietnam y la vez
que llegué hasta tu puerta,
sueños de adolescencia ¡
Y aprendí veintitantos después
cuanto puede doler
la sangre en la vereda,
no callé y entre líneas canté
porque un pueblo de pie
sostenía la espera
por Mariana y Elena.
Y aunque se que el reloj no detiene su andar
y hay ausencias presentes,
llevo heridas que cuesta cerrar,
hay olvidos que queman
y memorias que engrandecen
y asignaturas pendientes.
Y ahora debiera confesar
que amo a esta tierra como amo la vida
porque he nacido aquí en este lugar
esquina sur de la vieja utopía.
Y no me engaño con cantos de sirena
ni la razón de la melancolía,
yo canto así porque me duele en lo hondo
todas las cosas de la gente mía.
Y ahora debiera confesar
que sigo fiel a todas mis memorias,
razón de más para creer que puedo
seguir cantando a cuenta de esta historia.
No me resigno a vivir desarraigado,
el primer mundo y su fulgor no me enamoran,
yo sigo aquí cantando en uruguayo
aunque parezca haber pasado de moda.
Quiero seguir sintiéndome uruguayo
aunque parezca haber pasado de moda.
Soy apenas ese simple cantor del lugar
que nació en los cincuenta,
tiempo aquél de la hazaña de Maracaná
y la Suiza de América.
(Letra: Eduardo Larbanois – Mario Carrero)
Vinten: antigua moneda de cobre de Uruguay que equivalía a dos centavos de peso.
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