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Homenaje al Dr. Claudio Gustavo Dadic

Barriletes

Tarde antigua con sabor a pan 
y a ciruelos que ahora no están, 
lenta siesta de un lento verano 
con molino moviéndose en vano 
y paloma subrayando el cielo 
en un tibio vuelo sereno y lejano .

Tarde tibia con gusto a cristal 
y el asombro de un niño al final, 
lenta pausa del tiempo y la vida 
que en la infancia quedó detenida; 
qué secreto la acerca a mi lado 
si a veces callado la vuelvo a buscar. 

Barriletes que cruzan el cielo 
con la vida pendiente de un hilo 
y que a veces en vez de su anhelo 
encontraban la rama de un tilo. 

Y a lo lejos un rumor de trenes 
invitando a la magia de un viaje 
por lejanos y alegres andenes 
donde nadie precisa equipaje;
qué fragancia que tiene la infancia 
si el hombre callado la vuelve a buscar. 

Tarde clara con niño y jazmín 
distrayendo el color de un jardín 
y a la sombra cordial de una higuera 
un silencio con gusto a madera 
y a frescura de pasto reciente 
jugando en la frente de un niño cualquiera. 

Barriletes que cruzan el cielo 
con la vida pendiente de un hilo 
y que a veces en vez de su anhelo 
encontraban la rama de un tilo. 

Y a lo lejos un rumor de trenes 
invitando a la magia de un viaje 
por lejanos y alegres andenes 
donde nadie precisa equipaje; 
qué fragancia que tiene la infancia 
si el hombre callado la vuelve a buscar.

 (Letra: Carlos Barocela)

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