Más de cien mentiras
Cien representaciones de más de cien mentiras
celebra en la Gran Vía la troupe que me enamora
del rock and roll al tango, del blues a la guajira
me honran, me traducen, me cantan, me mejoran.
Cuando el telón se abre dos y dos no son cuatro
en este zarzuelero Broadway golfo y castizo,
por una vez coinciden las musas y el teatro
con su antro, su navaja, su puta y su chorizo.
Que el director dirija, que el arreglista afine,
que limpien los actores de caspa los neones,
que duerman abrazados los medios y los fines,
que en otros labios sigan latiendo mis pulmones.
Aunque muerto de miedo, amo estas candilejas,
sudo en el escenario, fumo en el camerino,
mis duelos y quebrantos, mis cuentos de Calleja
convergen en el caso de la rubia platino.
Gracias a los guionistas, los músicos, la basca,
el productor, el notas, el crítico, el bombillas,
el que en plena tormenta se pica y no se rasca,
el Juande y la Manola que hacen cola en la taquilla.
A estrenar el futuro, corrigiendo el pasado,
he venido esta noche por mi bombín de oro,
calzándome los guantes del boxeador sonado,
soñando con el tanga de las chicas del coro.
La orquesta del Titanic, hoteles, estaciones,
la luna es un semáforo de carne de membrillo,
me espera Buenos Aires, Serrat, otras canciones
y tres generaciones del rosa al amarillo.
(Letra: Joaquín Sabina)
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