Patio
Acaso las glicinas lo fundaron
debajo de ese sol que enceguecía
un tapial de ladrillos, remendado,
con alambre y tejido, dividía.
El árbol le creció sobre el costado
que daba hacia la sombra -su poesía-
una canción de hogar que no ha olvidado,
que el mate de mi madre la escribía.
Mi patio era la flor que ha perfumado
con pájaros, la luz que amanecía,
paisaje del asombro cotidiano,
la lluvia cada tanto que venía,
mi patio es donde el tiempo me ha sembrado
el alma para el resto de los días.
Acaso era el país donde el granado
tenía por jazmín su ideología,
domingos con mi viejo y sus asados,
las siestas que la radio transmitía.
Tropiezos de la luna que han dejado
la marca de su ayer en carne viva,
un fondo de botellas y oxidados
los hierros de un rincón de fantasías.
Mi patio es una angustia que ha brotado
por no callar sus verdes melodías
las ramas del ayer se le han quebrado
cargadas de su azul melancolía
mi patio es una flor que del pasado
me sigue perfumando... Todavía.
(Autor: Gustavo Machado)
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